La historia de nuestro aceite se remonta a más de 60 años, cuando Francisco Almagro, el abuelo de la familia, comenzó su andadura en el mundo de la oliva y la elaboración de aceite. Hace más de una década, Francisco decidió llevar su pasión a Menorca, sembrando los primeros olivos en nuestra finca. Desde entonces, seguimos a día de hoy sus pasos con dedicación y amor por la tierra, combinando tradición y modernidad en cada etapa del proceso.

Hoy, continuamos su experiencia y legado, produciendo un aceite de oliva que no solo honra su visión, sino que también celebra el sabor auténtico de Menorca.